En el Día de la Prevención de la Obesidad Infanto-Juvenil, recomendaciones importantes
El sobrepeso y la obesidad infantil aumentan año a año en todo el mundo. Es una epidemia con serias consecuencias en la salud y en la calidad de vida. 4 de cada 10 niños y niñas en edad escolar presentan sobrepeso u obesidad en la Ciudad de Buenos Aires.
Quienes tienen obesidad en la niñez tienen un riesgo aumentado de continuar en la edad adulta con esa condición y tienen mayor probabilidad de padecer a edades más tempranas enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
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Es importante adquirir hábitos saludables que beneficien nuestra salud física y mental:
- Tomar al menos 8 vasos de agua al día.
- Realizar las 4 comidas.
- Consumir a diario 5 porciones de frutas y verduras.
- Evitar el consumo de bebidas azucaradas y de productos ultra procesados con alto contenido de grasas, azúcares y sodio.
- Realizar al menos una hora diaria de actividad física aeróbica.
- Compartir con los niños y niñas actividades de movimiento.
- Reducir las horas en pantalla.
- Familiarizar a los niños y niñas con la preparación de las comidas en la cocina.
Cambiando los entornos y cuidando los alimentos y bebidas que ofrecemos podemos prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad infantil.
Los alimentos naturales o mínimamente procesados proporcionan los nutrientes fundamentales para estar sanos y desarrollar todo el potencial de crecimiento y aprendizaje. La alimentación debe ser completa y variada: incluir todos los grupos de alimentos y diversidad dentro de cada grupo.
La mejor forma de prevenir la obesidad es comenzar por ofrecer lactancia exclusiva los primeros 6 meses de vida y continuada por dos años.
¿Cuáles son y qué aporta cada grupo de alimentos?
- Frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales y fibra.
- Cereales (granos, harinas y panificados) papa, batata, mandioca y legumbres. Aportan hidratos de carbono, que son una importante fuente de energía.
- Leches y sus derivados (quesos, yogurt) aportan calcio.
- Carnes y huevo brindan hierro y proteína.
- Aceites, frutas secas y semillas aportan energía, ácidos grasos esenciales y algunas vitaminas.
Es fundamental evitar las bebidas azucaradas. El consumo diario de una lata de gaseosa aumenta el riesgo de obesidad en un 60% y de diabetes en un 26%.
El sobrepeso y la obesidad infantojuvenil puede ocasionar consecuencias como:
- Dificultades repiratorias durante el sueño.
- Aumento de las lesiones en las articulaciones (como pie plano, dolor en la cadera o en las rodillas).
- Problemas respiratorios.
- Problemas cardíacos, hipertensión arterial.
- Riesgo de diabetes.
- Acumulación de grasa en el hígado.
- Problemas sociales, burlas, depresión.
Niños, niñas y adolescentes están expuestos/as a una gran cantidad de publicidades de alimentos y bebidas no saludables, lo que repercute negativamente en sus elecciones de compra y consumo.