Los encuentros de personas que compartieron su tiempo de estudiantes, suelen tener decenas de infinitos encantos, todos surgidos de las interminables fórmulas químicas que se generan en los grupos humanos. Si ya la sola intención de realizar estas reuniones moviliza emociones, ¿qué decir de un exitoso Quorum cuando se trata de egresados cumpliendo Bodas de Oro?
Caminaba, en el mediodía del Día de la Bandera -paseando a Poldy- por la calle Cochabamba entre Deán Funes y Catamarca. Contrastaba con la condición de semidesértica de la ciudad, unos nueve o diez señores conversando en la puerta de un colegio. Pasé junto a ellos, alcancé a escuchar sus voces que recordaban a comerciantes de la zona, caminé unos 20 metros más y ahí caí en la cuenta de que se trataba del maravilloso momento en que están llegando todos los protagonistas de un un encuentro de compañeros.
Era la vereda de la Belgrano, es decir, la histórica Escuela Técnica N° 11 Manuel Belgrano. Me crucé de vereda de enfrente para, disimuladamente, poder observar el encuentro durante unos segundos más, por el sólo hecho de que a nadie se le planta a diario el tipo de encuentro que yo sospechaba tener ante mí. Desde enfrente ví cuando uno del grupo invitaba al resto a posar para una foto. Ahí intervine:
– Yo le saco, así salen todos en la foto- dije y repetí hasta que el sorprendido señor comprendió que yo hablaba en serio y que no era un ladrón con intención de llevarse su celular. Dos clics y a sacar para otros.
Mientras uno de los presentes me pasaba su aparato, me saqué las ganas de preguntar lo obvio
– Son ex alumnos de aquí?
Tres de los participantes que estaban posando respondieron afirmativamente, a lo que un compañero le sumó el dato mágico del día.
– Del ’67. Qué bárbaro… cuántos años- se autocompletó.
En minutos, se vendría un almuerzo en un restaurant de la zona de San Cristóbal, barrio del que «la Belgrano» (Escuela Técnica N° 11 Manuel Belgrano), de Cochabamba 2830, es emblema.
Saqué unas fotos más, saludé a todos -alguno no se resistió a acariciar a Poldy- me agradecieron y me fui comprendiendo que estos ex alumnos de la Escuela Manuel Belgrano -que me permitieron, durante unos segundos, acceder a su emotivo microclima- celebraban sus 50 años de egresados, justo en la fecha en la que todos conmemoramos a Manuel Belgrano, quien, precisamente, vivió 50 años.
Feliz aniversario, muchachos! Un placer, conocerlos.