Este lunes, en el Salón Autonomías del Club Español, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, plasmará en un acto a las 18.00 la declaración de Interés Cultural al libro El Fin de la Cocina de Manuel Corral Vide.
La obra del prestigioso escritor y chef fue editada a principios de este año y generó un sacudón en las miradas y opiniones generalizadas acerca de lo que estaremos ingiriendo en los tiempos que vienen y la tendencia a la uniformidad de lo que se pretende que comamos, a partir del agigantamiento inconmensurable de la industria alimenticia en el mundo.
Veamos un pasaje del documento presentado a la presidencia del cuerpo legislativo.
Es un extenso ensayo, con reflexiones, historias, anécdotas, que reúne diversos textos, algunos dispersos en varios medios, y la mayoría inéditos hasta ahora.
El título de la obra deja un manto de incertidumbre, ya que la palabra fin tiene dos acepciones: » Término, remate o consumación de algo» u » Objetivo o motivo con que se ejecuta algo». En ese sentido, el título, especialmente la palabra «Fin», remite a la finalidad de la cocina artesanal (humanizar), y su posible decadencia derrotada por los alimentos industriales. Va dirigido a todo público interesado en la gastronomía como parte de la cultura universal, y a los profesionales responsables que defienden la esencia del arte culinario.
La mayor preocupación de su autor es el «abandono paulatino del hábito de cocinar, el avance de la industria de la alimentación y la obsesión por experimentar -solo para sorprender- de las grandes estrellas del firmamento gastronómico». El autor cree que «cuanto más se habla de gastronomía menos se cocina en las casas, se come en soledad y se pierde identidad».
Tal como ocurre en el mundo vitivinícola, donde se hacen «vinos de concurso» que son difíciles de beber, también esto se puede volcar a la cocina cuando observamos que cada vez más se hacen excentricidades que sorprenden por su audacia pero carecen de sabor.
No es que el chef se oponga a la experimentación sino a las malas copias, a los rebuscamientos y la falta de criterio para combinar sabores. En defensa de las recetas tradicionales, que tienen historia, éstas nos remiten a la infancia y al acervo cultural de nuestros ancestros. La Alta Cocina no tiene necesariamente que darse de bruces con la original que todos conocimos en nuestras casas. La realidad es que, según el autor, hoy tenemos muchos menos cocineros y muchos más expertos. Lo que importa es que el cocinero aprenda a hacer de todo y se destaque en lo suyo aun cuando se trate de recetas simples pero sabrosas.
Manuel Corral Vide estará, minutos antes de las 18 en la sede del Club Español de Buenos Aires,. Bernardo de Irigoyen 72, este lunes 30 de octubre, recibiendo a todos quienes deseen compartir el momento en que se analicen los detalles de esta declaración -cóctel y catering mediante- que dejarán al universo intelectual argentino avisado y bajo alerta sobre la tendencia alimenticia actual y con vistas al futuro.