• Diario 5 -Buenos Aires, domingo 3 de noviembre de 2024

Origen de algunos parques porteños

PorCarlos Allo

Oct 18, 2017

El Comando de Arsenales, en la esquimna de Combate de los Pozos y Av. Garay
El Comando de Arsenales, en Combate de los Pozos y  Garay

En la sección dedicada a la mirada que los extranjeros tienen de los distintos aspectos de la ciudad, Roger Hamilton, en una invitación a la valoración en el aspecto ecológico por parte de los locales, escribió: “qué ciudad verde!”. En tren de sincerarnos, los espacios verdes más significativos de las áreas de gran densidad poblacional pocas veces fueron originales cuando se debió decidir que algún barrio, alguna zona en particular, tuviese un espacio que oficie de pulmón para tanto cemento. La realidad es que fueron las demoliciones programadas por modernizaciones de la ciudad. En varios casos se trató de diversas edificaciones oficiales y especialmente fueron las de instituciones de orden tanto militar como penitenciario, las que dejaron buenas posibilidades para armar parques en Buenos Aires. Aparte, hubo otras demoliciones que integran el conocimiento popular, ya que refieren a las obras viales no tan lejanas en el tiempo, como las de la Avenida 9 de Julio y las Autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno.

Nos ocupamos ahora del origen del inmenso parque las Heras. Afortunadamente para nuestras generaciones en el coqueto predio presentado en declive rodeado por las Avenidas Coronel días, las Heras y la calle Salguero, hasta los años sesentas funcionó allí la conocida hasta entonces “Cárcel de Las Heras”. Durante su existencia, en sus alrededores, la frontera entre el barrio norte y el área llamada Alto Palermo, hoy reivindicada con el nombre de un popular centro de compras, crecía con la construcción de inmuebles de notable categoría, algunos incluso con lujos, sin medir posibles desvalorizaciones causadas por la cercanía de una cárcel.

En realidad, desde los tiempos de los conservadores anteriores a Perón (la conocida “década infame” bajo las presidencias de José Félix Uriburu, Agustín justo, Roberto Ortiz y Ramón S Castillo) se mencionaba en los diarios la posibilidad de eliminar esa cárcel. No se vislumbraba del todo de dónde venían los rumores y las presiones, pero se sabía que los martilleros de la zona iban a disponer de un terreno comercial a futuro sin precedentes para el mercado inmobiliario porteño: esa inmunidad que el barrio tenía en cuanto a sus valores en dinero frente a lo que podía afectarlo la cercanía de la penitenciaría, se transformó en multiplicación al doble y al triple de precio en las tasaciones, dado que, donde antes había una posible molestia cercana, ahora había un bellísimo parque, inmenso y hasta envidiado por otros barrios.

Para la misma época de la eliminación de la cárcel de Las Heras, ya se tramitaba la demolición del último edificio construido en el gran predio que el ejército argentino disponía en Capital Federal para depósito de armamentos y municiones: el conocido “Arsenal de Guerra”, entre las calles Combate de los Pozos, Avenida Brasil, Pichincha y Avenida Juan de Garay. En un principio, allí se construyó un parque infantil muy moderno, en 1972, sin precedentes en cuanto a su diseño en Buenos Aires y la Argentina toda. Y nunca repetido. Sabiéndose que en el inmenso predio vecino, al cruzar la Avenida Brasil, (libre también por la demolición de otro sector del propio arsenal y donde había funcionado el primer Hospital Militar) se construiría el nuevo Hospital Nacional de Pediatría, el actual Garrahan, se procuró vincular a ambos grandes predios a través de lo que podían ser las actividades infantiles. Se conserva el puente que une ambos predios.

El gran parque que hoy contiene a Polo Circo y mantiene delimitadas varias canchas de futbol, contó en su primera etapa con un circuito sorprendente para chicos que circularan en bicicleta, juegos especiales para los más chicos con asistencia de sus Padres o mayores que los acompañaran y una maravillosa estructura en madera y metal de 3 pisos, emparedada con alambre tejido, que ocupaba sobre el terreno una dimensión de cinco metros por cinco metros, donde los chicos podía subir por las escaleras hasta el último piso, y desde allí, bajar, piso por piso, deslizándose por tubos (aclarado, piso por piso, no por un tubo continuo desde el 3º piso hasta el suelo, como alguna vez exageró un conductor de televisión que, si bien recordaba la existencia de esta estructura, no debe haber ido nunca a jugar allí y debe haber tergiversado la realidad sólo porque se lo han contado). La construcción del Garrahan arrancó en 1975 y el parque al que hacemos referencia, cruzando la Avenida Brasil, ya estaba construido. Se mantuvo en pie durante algunos años más, hasta que el “Vendaval RompeBaires” del proceso militar, el brigadier Cacciatore, lo eliminó para dejar el terreno plano, incluso tomando en cuenta que su jurisdicción no tendría el control del terreno, ya que se trata de una propiedad del Poder Judicial, es decir, dentro de la órbita administrativa de la Corte Suprema de Justicia. En imagen, la esquina de la Avenida Garay y Combate de los Pozos, donde se encontraba el acceso al edificio principal del Comando de Arsenales del Ejército Argentino, exactamente en el lugar donde actualmente se encuentran instaladas las carpas de Polo Circo.

Carlos Allo

Editor de Diario 5 y Ensamble 19. Productor integral de Radio Clasica.

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