• Diario 5 -Buenos Aires, martes 11 de febrero de 2025

Cuidar a la gente

Pordiario5

Mar 1, 2014

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En los últimos años, ciertos vínculos entre la gente de la Ciudad de Buenos Aires y la Polícía venían ganando  terreno, pero esas cosas poco tardan en diluírse cuando las chicanas de siempre ganan la calle, o mejor dicho ganan la pantalla de los medios. En realidad no es que haya algo que se pare a la sociedad porteña de la polícía, pero siempre es bueno diferenciar sectores de la población que sienten simpatía, indiferencia o aversión por la policía.

Nosotros tenemos un sentido de la responsabilidad de marcar las necesidades.

El personal policial ha cambiado su actitud soberbia de los tiempos en que la vida política bajo control militar imponía automáticamente prerrogativas, acomodos y tips extras de beneficios varios a las reparticiones policiales de todo el país, lo que era extensivo a otra fuerzas de seguridad. En una palabra: a pesar de insalvables diferencias (conocemos militares que han demostrado desprecio por la actividad policial) en tiempos de la dictadura existió un guiño a la cana, ya que el poder se nutría permanentemente de la acción dinámica de la policía, especialmente la federal, cosa que en el ejército era imposible conseguir sin hacerse notar.

Pero hoy hay otro inconveniente en Buenos Aires: la convivencia entre dos fuerzas como la Federal y la Metropolitana, sumidas en una batalla de comandos, es decir, una disputa política entre los archirrivales políticos de esta época: el kirchnerismo y el pro.

Rápidamente y antes de que alguien comience a hacer consideraciones acerca de lo insoportable del tironeo entre el gobierno Nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires, aclaramos que estamos a favor del permanente debate político en la Argentina. El problema al que vamos a hacer mención ahora tiene que ver con el descuido que se suscita hacia los ciudadanos por no dar brazos a torcer en la eterna rencilla Cristina-Mauricio:

Ayer, 30 de agosto, a las 16, el arranque desde Pasco y Belgrano de la tradicional procesión de Santa Rosa fue sin personal policial, que se incorporó una hora más tarde, durante el recorrido. Fue correcta la presencia de la policía ( en este caso era la Federal) si lo que debía cumplir era un función de seguridad.

Pero era un viernes y nadie se encargó de realizar los cortes de calles para que los automovilistas y transportes públicos que coincidían en tiempo y espacio con el recorrido de lod fieles ( Pasco, Venezuela, Saavedra, Alsina y regreso) pudiesen esquivar el corte y tomar alternativas. Eso no sucedió. En 5 (cinco) oportunidades los procesionarios se vieron con el tránsito a sus espaldas al paso de la imagen de Santa Rosa, esperando llegar a una esquina para poder tomar el camino no elegido por el recorrido del acto religioso.

Tanto costaba prever? Aparte, ya se nota una repetición en este abandono. Más allá de que hubo automovilistas que «bocineaban» mientras se vieron en el sendero del cortejo celebratorio (¿qué pensaban? ¿que les iban a abrir paso?) la presencia de la policía, para casos como este, siempre es necesario. En un momento, el único patrullero presente de la Policía Federal, se interpuso entre los automovilista y los fieles de la procesión, pero ubicados antes de llegar a la esquina y la bocacalle (a centímetros del paso de la gente), es decir, en un lugar

en el que los vehículos quedaban obligatoriamente «encerrados» a la espera de la bocacalle se libere, cuando lo que en realidad debió haber sucedido es que el corte se estableciera en la cuadra anterior y provocar el giro del tránsito para que no se atasque. Eh! Pero eso da mucho trabajo y hay que pensar! Ah, sí, claro. Avisen si eso es para otro precio.

Alejandro Lacarra

 

 

 

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