Finalmente, se realizará un juicio oral en el que el autor de la Canción «Por lo que yo te quiero», rebautizada y vuelta a registrar por Carlos «La Mona» Jiménez, con el apenas cambiado título identificado como
«Con lo que yo te quiero» . Ya es bastante conocido que el tema fue
registrado por José María «Chema» Purón en la SGAE (Sociedad General de Autores) de España, en 1983 y grabado por intérpretes españoles, entre los que se destaca la versión del grupo Mocedades.
En la sección de comentarios de la página de Youtube donde se publica el original video que aquí se reproduce, hay una interesante muestra de lo que es la idiosincrasia argentina: alguien planteó el evidente robo de propiedad intelectual y otros comentan cosas totalmente ajenas al problema por su fanatismo con el artista acusado.
Comentan o responden que la versión original no les gusta, que les parece más divertida la grabada por los distintos cuarteteros (rodrigo y Walter Olmos hicieron versiones de la canción) y otras cosas subjetivas que aportan más certeza a lo justo de la demanda y el avance judicial. Incluso insultan a quienes caen en la cuenta del plagio a Chema Purón, porque no saben quién es ese compositor.
Si la población estuviera tan atenta a quienes crean las obras como a los intérpretes y si realmente se interesaran en compositores, autores, arregladores y adaptadores, darían un paso cultural tan importante que ni ellos mismos se imaginan cuánto los beneficiaría ese ejercicio.
Hace unos 40 años se tenía la certeza de que eran algunos políticos, los encargados de alimentar el acceso de la gente a la galería de banalidades que los depositara en una estación lo más cercana posible a estupidez para garantizar la condición de incauta de una mayoría que vaya sonriente a votarlos. Hoy hay pruebas sobradas de que ese rol lo cumplen los más importantes medios de comunicación, a buen precio, mientras que los medios que luchan por su posicionamiento para lograr el beneplácito del Poder en todas sus vertiente, lo hacen gratuitamente.