Un comprometedor reclamo referido al Jefe de Gobierno fue planteado por la Unión de Trabajadores de la Educación, que ratificó que no comenzarán las clases: “Que Larreta no se tome vacaciones, convoque a mesa salarial y proponga el mismo aumento que se dio a sí mismo”. La expresión aparece en un comunicado del gremio y dejó entrever que las autoridades podrían llegar a contar con fórmulas antiinflacionarias «individuales».
«No van a empezar las clases al término del receso de invierno si el gobierno porteño no convoca, antes del 26 de julio, a Mesa Salarial para establecer una recomposición acorde al proceso inflacionario” es la premisa con la que UTE mantiene en vilo al Gobierno Porteño y, en importante medida a las familias con chicos en edad escolar y que envían a sus hijos a las escuelas públicas.
Como si un paro de gran magnitud -como lo son todos los que los docentes ponen en práctica- fuera realizado en la Argentina por otro motivo, la Unión de Trabajadores de la Educación remarca que la caída del salario real de los docentes de la Ciudad, es el motivo de esta amenaza con sabor a certeza. La UTE saca cuentas acerca de la inflación del primer semestre y los aumentos percibidos y obtiene un resultado 16/8, por lo que sus dirigentes entienden que los aumentos son del doble de sus mejoras salariales anteriores. A esto, piden que se sume el 30 % de aumentois en lo que va del año cuando la proyección del 15% para todo 2018 resultó altamente errónea.
UTE aclara que esperará que el gobierno de la Ciudad los cite a la discusión paritaria, convocatoria que debería llegar durante las vacaciones de invierno.