Comenzó a realizarse una de las bicisendas más controvertidas de todas las montadas hasta el momento. Se trata de la que recorre el tramo de la calle José Evaristo Uriburu desde la Av. Rivadavia hasta Córdoba, tal lo establecen la RESOLUCIÓN S.S.Tr. Nº 224/015 con BOCBA 4613 Publicada el 9 de abril de 2015 en su artículo 1, inciso w.
La condición de ciclovía discutida surge nada menos que de la condición de reductor absoluto de una de las calles de inmenso caudal circulatorio y de carga y descarga, especialmente en el sector de la calle Uriburu que va desde Tte Gral Juan D Perón hasta Viamonte, es decir, el cruce del corazón del barrio del Once
La normativa aludida y su reglamentación rezan: Establézcanse los carriles exclusivos para bicicletas o ciclovía y bicisendas, de doble sentido de circulación, en los tramos de itinerarios comprendidos por los ejes de las siguientes calles y/o avenidas:
- Eje Pasco-Uriburu:
- Calle Pasco entre calle Adolfo Alsina y avenida Rivadavia por calzada paralelo y adyacente a la vereda Oeste, en doble sentido de circulación.
- Calle Pres. José E. Uriburu entre avenida Rivadavia y avenida Córdoba por calzada paralelo y adyacente a la vereda Oeste, en doble sentido de circulación.
- Calle Pres. José E. Uriburu entre calle Marcelo T. De Alvear y calle Juncal por calzada paralelo y adyacente a la vereda Noroeste, en doble sentido de circulación.
- Calle Azcuénaga entre calle French y avenida Pueyrredón por calzada paralelo y adyacente a la vereda Sureste, en doble sentido de circulación.
En algún momento, este momento iba a llegar. La única ciclovía que cruzaba, hasta ahora, el Once es la de la calle Perón: una bicisenda tan angosta que, por un lado, no es tanto lo que puede hacer reducir la calzada para la circulación de vehículos motorizados; y por el otro es verdaderamente peligrosa para los ciclistas, por el mismo motivo de su angostura y el de la inclinación de la calzada para conformar cuneta en los centímetros de ancho adyacentes hasta hacer contacto con la vereda.
Por otro lado, si hay tantas sendas para bicis en toda la ciudad, la zona en cuestión debía ser atravesada por una de ellas, ya que, de otro modo, se habría incurrido en una contradicción en el deseo de fomentar el uso de bicicletas en desmedro de los vehículos motorizados, y más aún en las zonas de alta densidad de tránsito.