Las medidas que se vienen no son las que esperan los jóvenes. Y la actitud de muchos de éstos no es la que espera el resto. A nadie le gusta la situación de estamos viviendo con los jóvenes argentinos, que definieron con muchísima claridad su conducta.
Mientras que desde la trinchera oficialista se señala a los chicos rebeldes como «irresponsables macristas», hay fiesta clandestinas en el barrio de San Cristóbal en las que reinan los cánticos de La Cámpora.
Todavía hay gente que cree que un pendejo argentino alimentado a reggaetón, puede alcanzar cierta conciencia social, política o sanitaria.