El «Correntinazo» hace referencia a un importante levantamiento social y político ocurrido en la provincia de Corrientes durante la década de 1960.
Ocurrió en el contexto de un malestar social y económico más amplio en el país entonces, con las incipientes pero firmes bases de desigualdad social más la insatisfacción de la población con las políticas gubernamentales tan conocidas también en nuestro siglo, pero con dos aditamentos que resultan «imposibles de conseguir en el mercado»: mucha inestabilidad política y una tendencia -casi cultural del poder- a la represión.
Corrientes, como muchas otras provincias de Argentina en ese momento, enfrentaba varios desafíos económicos, incluidos problemas agrícolas, pobreza rural y falta de desarrollo de infraestructura.
Pero el epicentro de la protesta en mayo de 1969 se dispara cuando el rector-interventor de la la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) Carlos Walker quitó hizo subir los precios del comedor universitario en la friolera de 500% y la medida complementaria de disolver de los centros de estudiantes de todas las facultades con la intención de debilitar la resistencia.
El Correntinazo estalló en manifestaciones con miles de personas saliendo a las calles para expresar su apoyo a los reclamos de los estudiantes y de los profesores.
De hecho, el 15 de mayo se celebra como el «Día del Docente Universitario» en Argentina y está vinculado al Correntinazo. En aquella fecha, profesores y estudiantes universitarios protagonizaron su propio capítulo en la lucha por lograr las demandas del pueblo correntino.
Ese día, lamentablemente, hubo un mártir: Juan José Cabral, estudiante. Innecesariamente, una bala policial lo alcanzó durante la represión por un tema tan menor, injusto y provocador: La UNNE de la dictadura aspiraba a desprenderse de los estudiantes de bajos recursos.
Los profesores de todas las facultades se mostraron solidarios con los reclamos de su alumnos y participaren de los actos y manifestaciones en todo momento. En reconocimiento al papel desempeñado por los docentes universitarios en la promoción del cambio social y su apoyo al Correntinazo, el 15 de mayo fue designado posteriormente como el Día del Docente Universitario. Es un jornada para honrar y apreciar las contribuciones de los profesores universitarios a la educación, la academia y la sociedad en su conjunto.
Clara Martínez
UN TIRO EN EL PIE
Por Marcelo Zanotti
En el Correntinazo, la dictadura de Juan Carlos Onganía quedó debilitada por su insoslayable torpeza política. Detentaba la presidencia de la Nación desde 1966, tras perpetrar el imperdonable golpe de estado contra el presidente constitucional Arturo Umberto Illia.
Apenas días después del Correntinazo, surgió otra protesta estudiantil, esta vez en Rosario. Y la increíble actitud troglodita de Onganía fue volver a reprimir. Habíamos pasado al Rosariazo. El primate uniformado con delirios napoleónicos declaró «zona de emergencia bajo jurisdicción militar» a la ciudad. Como tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe, a la semana siguiente se le ocurrió habilitar sus fuerzas de choque en otra protesta popular, ya de características casi multitudinarias, el legendario Cordobazo, del 29 de mayo de 1969.
Tantas demostraciones de imbecilidad por parte de Onganía, llevaron a más de treinta oficiales superiores de la Fuerzas Armadas a manifestarle al Comandante en Jefe del Ejército de entonces, Alejandro Agustín Lanusse, su virtual apoyo para sacarse de encima un presidente cuyos planes de gestión política quedaban a expensas de tener que reprimir a la sociedad por cualquier motivo.