Edesur continua diciéndoles a los usuarios que están sin luz, que el servicio se va a restablecerse en las siguientes seis horas. Cuando pasa ese tiempo, abre un blanco de espera de unas dos horas y pone una nueva fecha con horario posible de solución al corte.
La cuenta final resulta en que la empresa automatiza cada 8 (ocho) horas un sistema en el que se combinan su falta de capacidad de estimación real para la realización de sus obras, una cobarde lavada de manos que los ubica en la peor posición institucional y la consecuente mentira «renovable» al usuario que cree que en unas horas tendrá electricidad en su hogar pero es mentira