Una por una.
Las comunicaciones de Edesur a los usuarios sin luz, que esperan alguna certeza acerca del momento en que le devolverán el servicio.
Incapaces de asumir lo vergonzoso, incómodo e indignante que podría resultar decir la verdad y -eventualmente- establecer un paliativo a la indefectible condena que sufrirán -entre otros tantos problemas- los alimentos que pierdan la cadena de frío.
Pero no. Ellos van pasando por su WhatsApp, sucesivos partes de situación que siempre indican la supuesta solución al corte de electricidad en no más de cinco o seis horas.
Es un insulto a la inteligencia de todos.