Por supuesto que una proyección a futuro es un riesgo. ¿Es acaso una predicción? De ninguna manera. Si repasamos los términos de la columna de Marcelo Zanotti, publicada en la víspera con referencia al 50º Aniversario del más destacado Secretario General de la confederación General del Trabajo, podremos comprender que de ninguna manera sería prudente anticipar en la Argentina un escenario beneficioso para la sociedad son que tenga que paga un costo por su pasado.
Y la semblanza cerraba con la -quizás- más extraordinaria expresión de deseo: Un gráfico de recuperación de la calidad de vida en uno de los países del mundo que más impacto generó su caída, dado que no es fácil encontrar una sociedad que haya estado tan alto y haya caído tan bajo.
La pregunta que ya nos han realizado algunos lectores es «¿Nos merecemos, acaso, semejante curva de recuperación?»
Guau.
Quizás, lo mejor sería trabajar para mejorar lo más que se pueda, sin detenernos demasiado en exámenes de conciencia.
Así y todo, el anhelo por obtener un efecto como el que se ve en gráfico, se mantiene vivo en una gran porción de la población argentina. Y lo sostiene a pura esperanza, con dientes apretados.