Como parte de los procesos de prueba que se realizan en las grandes ciudades del mundo y que apuntan a reducir el efecto del cambio climático, se inauguró el primer Vivero in vitro en la Ciudad de Buenos Aires. Lo hicieron la Fundación Pablo Cassará y el Ministerio del Ambiente porteño
Paseo de la Flora del Ecoparque porteño. Allí quedó instalado.
El vivero buscará controlar el manejo natural de los árboles, que permita obtener el material vegetal necesario para la reproducción de árboles locales adaptados a las condiciones urbanas, es decir que las especies con un alto valor biológico, se expandan.
El método de propagación in vitro es una práctica realizada por expertos en un laboratorio, cuyo objetivo es cultivar material vegetal en condiciones controladas de humedad, temperatura y contenido de nutrientes a partir del material biológico disponible. Las especies seleccionadas tienen un alto valor ecosistémico y las mejores características fenotípicas, que aseguran excelentes resultados.
A los viveros de árboles in vitro, también se los conoce como Instalación de cultivo de tejidos vegetales. In vitro se refiere al proceso de cultivo de plantas en un ambiente controlado, generalmente en un laboratorio, en condiciones estériles. Este método de propagación permite la producción de una gran cantidad de plántulas de árboles genéticamente idénticos y libres de enfermedades en un período de tiempo relativamente corto.
El proceso comienza con la selección de árboles padres sanos y deseables con las características deseadas, como resistencia a enfermedades, tasa de crecimiento o rasgos específicos como calidad de la fruta o calidad de la madera. Se recolectan pequeñas partes de plantas, como esquejes de tallos, tejidos de hojas o semillas, de los árboles padres seleccionados. Estos materiales vegetales se utilizarán como fuente de tejido para la propagación.
Luego, esos materiales vegetales recolectados se esterilizan cuidadosamente en la superficie para eliminar cualquier contaminante como bacterias, hongos o virus. Este es un paso fundamental para garantizar que las plántulas resultantes estén libres de enfermedades. Los materiales vegetales esterilizados se colocan en un medio de cultivo con nutrientes, vitaminas y reguladores del crecimiento de las plantas. Así, las células vegetales crecen y se desarrollan hasta convertirse en plántulas.
A medida que las células vegetales crecen y se dividen, forman pequeñas plántulas in vitro. Se trata de clones del árbol padre que conservan los rasgos deseables. Una vez que las plántulas alcanzan un tamaño adecuado y son lo suficientemente robustas, se transfieren a otro medio de cultivo para favorecer un mayor crecimiento y desarrollo radicular. Si las raíces son lo suficientemente fuertes para sobrevivir en un ambiente natural, se aclimatarán gradualmente a las condiciones externas del vivero o del campo. Juegan un rol fundamental el ajuste de temperatura, la humedad y los niveles de luz para preparar las plántulas para el trasplante al campo.
Finalmente, las plántulas endurecidas luego se transfieren al campo donde continúan creciendo hasta convertirse en árboles maduros. Esto puede implicar el trasplante a grandes macetas o directamente al suelo, según la especie de árbol y las prácticas del vivero.
Los viveros in vitro apuntan a salvar especies de árboles raras o en peligro de extinción y aportar a proyectos de reforestación y forestación, paisajismo, preservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de bosques.
Ubicación del Vivero In Vitro porteño: en el Ecoparqiue (ex Jardín Zoológico). Entrada por Las Heras y Av Sarmiento, frente a Plaza Italia.