La celebración de los gastronómicos siempre es significativa en Buenos Aires. Hablamos de una de las ciudades de mayor desarrollo de organizaciones gastronómicas en América Latina.
No es necesario pelear competitivamente en ese deseo que algunos demuestran tener acerca de lograr que Buenos Aires sea una «Capital Gastronómica». Más bien, valdrá la pena trabajar en el patrimonio cultural gastronómico argentino, como lo plantea la web fuegovivo.com.ar, tras notar que una serie importante de platos emergidos en la Argentina, no son reconocimos como patrimonio propio ni siquiera en el Ministerio de Cultura de la Nación.
Por supuesto que, desde unpunto de vista muy nacionalesta, nadie querría permitir que en ningún ligar del mundo nos ninguneen la comida. Y qué menú:
El Asado (al asador o a la parrilla), las empanadas, la milanesa en todas sus variantes, el Mate, que, aunque no es un plato, es parte esencial de la cultura argentina. ¿Más? la provoleta, el Locro y toda la herencia y las creaciones argentinas en pastas, como los sorrentinos.
Hay mucho para trabajar en ese terreno. Entretanto, reflexión y receta por Manuel Corral Vide, para celebrar el Día del Gastronómico.
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