Desde que la sede de la Masonería Argentina abrió sus puertas para participar en La Noche de los Museos y ofrecer conciertos especiales, se perciben cambios en el vínculo entre las logias que integran la organización y la sociedad porteña.
El viernes 6 de mayo fue una de esas noches.
La Orquesta Sinfónica Juvenil de la Municipalidad de Hurlingham, con la batuta de su director adjunto, Diego Boero, presentó en el Gran Templo, centro emblemático de todo acto y corazón irreemplazable de la Masonería, un sorprendente concierto con obras de Mozart, Brahms y Arturo Márquez.
El desempeño general de la agrupación y del director fueron satisfactorios y la oportunidad de estar en un ámbito que deja la sensación de entreverarse con los músicos, no se da todos los días. La habitual distancia entre un escenario y las butacas de un teatro, no existió en esta oportunidad, de manera que el público escuchó la música desde el centro mismo del sonido orquestal.
La Obertura del singspiel (pequeña ópera) de Mozart «El Rapto en el Serrallo», fue la primera obra ofrecida en programa, donde la formación que salió a escena quedó reducida al formato de Cámara. La dificultosa partitura del hermoso solo de violín, estuvo a cargo de la concertino Anahí Fiori, quien cosechó la primera ovación.
Ya para la interpretación del Primer Movimiento (allegro) del Concierto para violin Nro 4 de Mozart, la Sinfónica Juvenil de Hurlingham se mostró a pleno con sus cuarenta intérpretes. La solista fue Ailín Sueldo, que amalgamó técnica instrumental con gracia sonora.
Las Variaciones sobre un tema de Haydn, es una genial recreación que Johannes Brahms realiza del «Coral de San Antonio», una melodía que Joseph Haydn había incorporado en uno de sus Divertimentos, unos 60 años antes. Una y otra vez, el leitmotiv presentado en el primer movimiento, recorre un camino de hermosos giros en ocho variaciones, con cambios de clima y ritmo que, indefectiblemente, debe redundar en el lucimiento de la orquesta, especialmente en el Finale. Pues, se cumplió la premisa.
Los postres que preparó la OSJMH fueron el Danzón Nro 2 de Arturo Márquez (con animados solos de trombón, piano y clarinete) y como bis fuera de programa, un arreglo orquestal de la popular creación de Gerardo Matos Rodríguez, La Cumparsita.
Haciendo un paneo sobre la línea de tiempo respecto del ámbito en el que se realizó la presentación, se recuerda un concierto que brindó la Orquesta de Cámara del Congreso, en agosto del año pasado con la música de Mozart inclinada a la Masonería. Fue un aporte significativo para que esos encuentros en el palacio de la calle Perón 1242, pasen a ser considerados una práctica habitual. Amadeus, creador compulsivo de obras de todo tipo para su época, compuso -especialmente- para actos y textos propios de la logia a la que se incorporó en los últimos siete años de su vida, una serie de piezas que hoy son llamadas «La Integral Masónica». Tal fue el programa presentado en agosto de 2022, por la agrupación que dirige Sebastiano de Filippi.
Un antecedente tuvo lugar en 2o15, oportunidad en que se presentó en la sede de la Masonería el programa «Los caminos de Händel», una exitosa búsqueda de sonidos originales con instrumentos de época preparado por trío Fidalgo/ Marchionni/ Fainstein Day y el aporte del actor Gerardo Baamonde.