Hace ya unos 30 años que nos advierten sobre la peligrosidad de arrojar las pilas, mezclándolas con el resto de los residuos.
Tomamos mucha atención de eso, pero nunca hubo una campaña extensa, fuerte y seria de concientización sobre este asunto.
Incluso, en determinado momento, los conocidos «Puntos Verdes» habían dejado de recibir pilas y baterías.
Luego de tomar la decisión de comprometer a empresas que reciban las pilas (hoy hay dos, «Axion Energy» y «Dr Ahorro», con un total de 109 sucursales), comienzan a sumarse, lentamente, algunos organismos públicos.
Ahora, se han establecido puntos de recepción para pilas y baterías en cuatro cabeceras de la empresa Trenes Argentinos. Retiro Mitre, Belgrano Sur, Once y Constitución.
Desde 2018 se han recuperado casi 2 millones de pilas, unas 60 toneladas.
Las pilas pierden su capa protectora de metal, causando el derrame de metales pesados que pueden alcanzar cursos de agua subterránea con un alto impacto a los recursos naturales y a la salud.
Contienen cadmio, plomo y mercurio, que son tóxicos y tienden a acumularse en los seres vivos, aún en concentraciones bajas.
Ya no tiramos las pilas a la basura. Estamos aprendiendo.
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