Cuando murió Néstor, Duhalde, Carrió y Binner se quedaron pegándole trompadas al aire y Cristina ocupó todo el terreno político. Ahora, al darse por «muerta», la estrategia es preparar la misma alfombra roja para su hijo. Y si dentro de su partido nadie lo dice o nadie lo ve, tenemos garantizada la estanflación hasta 2100.