Tenemos demasiadas situaciones complejas en la Argentina para atender y concentrarnos. Ayer, la totalidad de los canales de Televisión, incluyendo los que comulgan con la política de reivindicación de los derechos de nuestros país sobre las Islas Malvinas, exageraron en el tratamiento de la noticia del cambio de monarca en el país que -en nombre de la misma corona- mantiene firme la usurpación.
Nada hay en contra de los aspectos de la vida social y cultural británica, especialmente cuando intervienen voces que se muestran en desacuerdo con el accionar militar de su país en virtud de imponerse con espíritu imperial, lo que siempre nos brinda algún alivio respecto de la siempre sospechable intención inglesa cuando se vincula con otros.
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