¿Qué hacer si no la levantan?

Estoy de celebración por mi cumpleaños. Cumplo 8. Pero aprovecho para contarles lo que hacen algunas personas cuando los dueños de amigos míos no levantan la caca que dejan en la vereda. Si nosotros supiéramos cómo hacer la para que no se ensucien los lugares por donde circulan las personas, lo haríamos. Seguro que lo haríamos. Pero lamentablemente no podemos y nos da mucha pena que haya humanos que sufran o se sientan molestos por lo que otros humanos hacen con nuestras necesidades.

Quisimos traer algunas respuestas para una pregunta que se hacen muchas personas

¿Qué se debe hacer si el dueño de un perro no recoge los desechos de su mascota?

La primera es Karim:

Puse un letrero en mi vereda: «Por favor, recoja los desechos de su mascota». Digamos, un amable recordatorio.

Vi cómo una persona leyó el cartel, dejó que su perro «use el baño» de mis baldosas y se alejó.

Luego los seguí tranquilamente hasta su residencia.

Volví a mi casa y tomé una pala y sobre ella monté la caca que estaba en mi vereda. Accidentalmente, después, la caca quedó en su umbral.

Nunca más tuve un problema… solo estaba devolviendo su propiedad.

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Betiana dice que depende de la situación.

Si están en un parque, les ofrezco una bolsa de plástico y les señalo el contenedor de caca de perro.

Si está en la calle, lo recojo (y como estoy en silla de ruedas, si yo puedo hacerlo, cualquiera puede) y se lo llevo a la persona y le digo “¡Oíme! Tengo esto para vos, pensé que no era tu intención dejarlo, ¡gracias!” con una cara feliz y alegre.

También podría tomar una fotografía de la persona y/o del perro y entregársela a la Comuna o escracharlo.

Siempre empiezo con la suposición de que, por supuesto, tenían la intención de recogerlo, pero se lo perdieron o no tenían una bolsa.

Y bueh.

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Y Guillermo, que hizo algo raro, que terminó peor que lo de Karim:

Un perrito hizo lo suyo en una vereda de San Cristóbal. El dueño sí limpió los desechos.

Pero Guillermo vio cómo el hombre con mi amiguito llevaba la bolsita y todo parecía normal, hasta que el señor, cuando pensó que nadie miraba, colgó la bolsa en un ligustro en lugar de usar los contenedores o los tachitos. Guillermo recogió la bolsa del arbusto y lo siguió hasta que llegó a su casa.

Más tarde, la bolsa entraba por el buzón, con una pequeña nota que explicaba que lo había visto olvidarse «inadvertidamente» algo y que decidió llevárselo a su casa, disculpándose por la demora en devolverla. «Desafortunadamente», la bolsa se había roto y Guillermo sospecha muy apenado que el contenido se cayó sobre la alfombra del palier.

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Creo que lo mejor es que todos los que tienen perritos, levanten lo que el perrito hizo y listo.

Gracias por los saludos.

Como siempre, Diario 5 les regala un montón de tapas de diarios.

Chau