El Día de los Santos Inocentes se honra todos los años el 28 de diciembre para recordar la ejecución de los niños varones inocentes en Belén, como se relata en Mateo 2:16.
Este día se ve en las iglesias occidentales el 28 de diciembre y en las iglesias orientales el 29 de diciembre. Estos niños son considerados mártires, santos de Dios, por la Iglesia. El motivo de esta festividad es para honrar la masacre de niños por parte del rey Herodes cuando intentaba asesinar al niño Jesús. Estos niños han sido vistos como los primeros mártires de la iglesia primitiva y se han celebrado mucho antes del siglo V, cuando fue elogiado como parte de la Epifanía. No obstante, en el siglo V, se había convertido en una celebración diferente y finalmente se convirtió en un día santo.
Este reconocimiento se lleva a cabo en todas las misas dominicales, generalmente cuando la Fiesta de los Santos Inocentes cae un domingo o un domingo antes / después de la Fiesta, independientemente de dónde ocurra durante la semana.
La conocida historia
Se refiere a la orden del rey Herodes, que había escuchado -sin entender demasiado- que en esos días había nacido el «Rey de los Judíos». Herodes ordenó que todos los niños en la ciudad de Belén de dos años o menos fueran asesinados.
En esta historia, Herodes, un rey de Judea que no era del agrado de su pueblo ya que no estaba interesado en la religión y se le atribuían «asociaciones ilícitas» con el Imperio Romano. Este desamor lo hizo increíblemente desconfiado de que alguien planeara matarlo y apoderarse de su trono, por lo que decidió no perder minguna oportunidad para eliminar a sus oponentes y asegurarse -supuestamente- de no tener enemigos con vida.
Un día, astrólogos orientales vinieron a él y obtuvieron información sobre el paradero del «Rey recién nacido de los Judíos».
Le informaron que las Escrituras judías nombraron a Belén como el lugar en el que nacería el próximo Mesías, y habiendo visto la estrella del rey actual, Herodes armó un relato y dijo haber decidido rendir reverencia al recién nacido. Herodes les ordenó que deberían informarle cuando lo descubrieran, para que él también pudiera honrar al Señor infantil. Estos astrólogos descubrieron a Jesús, el Niño Rey, y le presentaron sus regalos. No obstante, recibieron una advertencia de un ángel que les aconsejó que evitaran a Herodes y así lo hicieron.
José y María estaban entonces listos para irse a Egipto. Herodes, incapaz de descubrir a Jesús, se irritó y ordenó que todos los niños menores de dos años de Belén fueran ejecutados. Historia del Día de los Santos Inocentes La festividad de los Santos Inocentes se remonta al año 485 d.C., incorporado al calendario Iglesia occidental, en el Sacramentario Leoniano.
Sin embargo, no se celebró como su propio día festivo, sino que fue más bien parte de la Fiesta de la Epifanía y durante el mes de enero. Por fin, después del siglo V, se separó de la Epifanía y se convirtió en una Festividad Sacrosanta en sí misma.
En los tiempos modernos, se le conoce como Día de los Santos Inocentes, Childermas, Misa de los niños y Día de los Inocentes. Es recordado el 27 de diciembre en las Iglesias Maronita, Ortodoxa Siria y Católica Sirio-Malankara; la fecha es el 28 de diciembre en la Iglesia de Inglaterra, la Iglesia Luterana y la Iglesia Católica Romana. Para la Iglesia Católica Syro-Malabar, la fecha es el 10 de enero.
La Declaración de los Derechos del Niño de la ONU es el 20 de noviembre. El «Holy Innocents» del 28 de diciembre , es -además- una oportunidad para que las Iglesias cristianas fortalezcan su trabajo por la paz, gobiernos justos y el más esencial de todos los Derechos del Niño: el derecho a la vida. Los Santos Inocentes salvaron al Niño Jesús de la muerte por parte del Rey Herodes al despojarse de su propia vida.
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