Fue en 1984. Aquel domingo 25 de noviembre, se votaba «por segunda vez», desde el regreso definitivo de la Democracia a la Argentina. Era menester votar entre dos boletas posibles: «SÍ» Y «NO». Votar por el Sí implicaba aceptar que se le daba validez a la mediación Papal de Juan Pablo II en el conflicto con Chile por el Canal de Beagle. Al votar «No», el país debía decirle a su vecino que se deberían establecer nuevas reglas de mediación y mantener la incertidumbre acerca que cuál era la soberanía argentina en la zona y cuál la chilena.
Al ganar el Sí, el dictamen final de la mediación papal, iniciada en 1978 por el Cardenal Antonio Samoré, falló que la soberanía Argentina se preservaba para las aguas del Canal de Beagle y sus accesos desde el Océano Atlántico hasta la línea imaginaria de continuación que sobre el mar surge del límite territorial entre ambos países, mientras que Chile conservaba la potestad soberana sobre las Islas Picton, Lennox y Nueva.
Punto final para un problema menor que casi deriva en una guerra, con la que se babearon las dictaduras de ambas naciones a fines de 1978.
Fue muy famoso un debate televisivo entre el entonces ministro de Relaciones Exteriores argentino Dante Caputo, representando la posición del gobierno de Raúl Alfonsín y el senador catamarqueño por el justicialista Vicente Leonides Saadi. La frase que más se suele recordar es un antiquísimo refrán español que rescató Saadi, al querer hacer notar alguna supuesta evasiva de los temas centrales por parte del canciller: «…el ministro se va por la nubes de Úbeda».
El resultado del plebiscito fue de 10.454.172 de votos a favor del Sí, lo que significó un triunfo inapelable por el 82,60%, mientras que el voto por el No obtuvo 2.201.963 votos, es decir, el 17,40%-
URUGUAY
BRASIL
PARAGUAY
CHILE
COLOMBIA
PERU
BOLIVIA