El presidente Alberto Fernández cierra hoy, en Costa Salguero, el Coloquio de IDEA número 57. El encuentro anual de los empresarios, sindicalistas y dirigentes políticos, que habitualmente se realiza en Mar del Plata, había tenido, el año pasado, su primera versión de comunicación electrónica.
Los organizadores aspiran a retomar la reunión fuerte de la economía argentina en la Ciudad Feliz, a partir de 2022.
En la edición del Coloquio que cierra hoy, el ministro de Economía, Martín Guzmán, al encontrarse en plena gestión por la deuda con el Fondo Monetario Internacional, participó online desde los Estados Unidos.
Alberto Fernández, en los últimos días parece haber tomado una decisión de acercamiento al universo industrial, especialmente a partir de la trascendencia que se logró con el encuentro de la lucha contra la inflación que la Casa Rosada impulsó hace apenas dos días, con la convocatoria a los ceos y representantes de compañías de elaboración de alimentos y responsables de la fabricación y comercialización de artículos de primera necesidad (no de la distribución).
«los empresarios están de moda» bromean en el vapuleado entorno de ambos Fernández: presidente y vice. En cada caso, la intención de la frase es -obviamente- dolorosa e ineficazmente dispar.
Muchos ven el Francisco de Narváez un «nuevo aliado» del gobierno, a partir del optismo demostrado por el «colorado» tras el famoso almuerzo.
El resultado en ánimos mayoritario actual es que -con tantos motivos para desconfiar de tantos- hasta que no se vea que durante esos tres meses en los que prometen que no se tocarán los precios, se da cumplimiento a las pautas de la reunión, nadie felicitará ni le dará las gracias a nadie.
El análisis que realiza desde ayer la mayoría de los estudiosos de los efectos de este tipo de medidas en la economía, es que los empresarios que estuvieron con el presidente se verán en un gran aprieto. Dijimos que los encargados de la distrubución de los artículos de primera necesidad no participaron de la reunión en la que muchos se comprometieron con el presidente a no aumentar nada. Pues bien, esas compañías que forman parte de la cadena de precios, al no haber estado allí, aumentarán lo que sea si les hace falta, por lo que las otras empresas estarán ahorcadas entre los costos y el compromiso.
Los que vivimos la situación similar en 1975, con Celestino Rodrigo cono ministro de Economía de María Estela Martínez de Perón como presidente, conocemos el resultado al que conlleva este tipo de medidas: desabastecimiento.
URUGUAY
BRASIL
PARAGUAY
CHILE
COLOMBIA
PERU
BOLIVIA