Inmenso artista, dueño de un realismo encantador en su técnica, fue un hombre fundamental en la Buenos Aires cultural
Eduardo Sívori nació en Buenos Aires, un día como hoy, durante el rosismo, en el año 1847. en el seno de una familia de comerciantes genoveses. Atraído por el arte en su juventud, su padre lo invitó a principios de la década de 1870 a participar en un viaje de negocios a París y aprovechó la oportunidad para asistir a talleres de arte parisinos.
De regreso a Buenos Aires y comenzó su formación con los pintores Francesco Romero, Ernest Charton y el italiano Giuseppe Aguiari. En compañía de su hermano Alejandro y otros artistas, como Aguiari o Eduardo Schiaffino, participó en la fundación de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes de Buenos Aires en 1876. En 1882 partió hacia la ciudad de París. Asistió a la academia Colarossi y estudió con los pintores Louis-Joseph-Raphaël Collin, Pierre Puvis de Chavannes y Jean-Paul Laurens. En 1884 ganó una medalla de oro en la Exposición anual de Saint Louis. En 1887, participó en el Salón de Artistas Franceses con el cuadro Le Lever de la bonne, un desnudo femenino que suscitó comentarios dispares en la prensa francesa y en Buenos Aires donde el cuadro se exhibió luego en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Participó nuevamente en el Salón en 1888 con los cuadros La Mort d’un paysan y Sans famille, en 1889 con los cuadros Dolce far niente y Femmes Médecins y en 1890 con los cuadros Près du feu y Alouette de barriere. Participó en la Exposición Universal de París ese mismo año y regresó a Buenos Aires dos años después.
En 1892 ayudó a fundar el Ateneo, una sala de exposiciones y arte, donde posteriormente expuso varias de estas obras. Paralelamente a su carrera como pintor, luego trabajó como docente y fue uno de los primeros artistas del país en utilizar el grabado. En 1905, organizó la transferencia de la gestión de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes de Buenos Aires para el gobierno argentino, un preludio de lo que luego sería la Academia de Bellas Artes de Buenos Aires . El pintor Ernesto de la Cárcova se convierte en presidente de la institución y Sivori ocupa entonces el cargo de subdirector. Dejó su cargo en 1908, sin dejar de ser responsable de ciertos cursos. Luego trabaja en la Exposición Internacional del Centenario, de 1910.
Durante su carrera, firmó pinturas de paisajes, con preferencia por los llanos de la pampa argentina, retratos, desnudos y escenas de género. Murió en Buenos Aires en 1918 y fue enterrado en el cementerio de La Chacarita. En 1938, el nuevo museo de la ciudad de Buenos Aires, el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, fue nombrado en su honor.
Estas obras son notablemente visibles o conservadas en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori y en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y en el Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino, de Rosario.
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