La Anses trabaja en el proyecto que ya anticipó Alberto Fernández y que dará satisfacciones perecederas a un grupo de personas que necesitan otras soluciones.
Fernanda Raverta, directora ejecutiva de la ANSES, anunció que el Gobierno firmará un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para implementar una jubilación anticipada.
Es para personas desempleadas, con 30 años de aportes y que estén a cinco años o menos de cumplir la edad jubilatoria, es decir entre 55 y 60 años las mujeres y entre 60 y 65 los varones. Peor panorama no podría haber: te jubilan porque no hay trabajo y te prohíben que trabajes como monotributista, porque consideran que al haberte jubilado, ya te «salvaron la vida» y no podés hacer «cosas incompatibles» con tu estado de gracia.
Están considerando que la jubilación anticipada es una «solución » para las personas que aún quieren encontrar trabajo. El problema no sólo pasa por allí: lo que les van a pagar a a estas personas es un deplorable 80% de lo que les correspondería si la jubilación les llegara en el término correspondiente. ¿Se les va a ajustar cuando pasen los dos, tres, cuatro o cinco años y se llegue a la fecha en la que se habrían jubilado «normalmente»?. Minga. Pelito pa’ la vieja dice el Estado. ¿Vos agarraste viaje con jubilarte antes y ahora querés la mínima completa? ¿Qué te pasa? ¿Estás del lado de los odiadores?
La Administración Nacional de la Seguridad Social entiende que la medida barre con una población aproximada de entre 20.000 y 30.000 personas, de las cuales el 90% son hombres, algunos de os cuales irán ubicándose -cómodamente- en su morada final.
Esta señora disparó la frase del siglo: «Estamos construyendo una política que da respuesta a un problema que tenemos las argentinas y argentinos»
Lo que no dice Raverta es que ese esquema terminará por diluir aún más la suma de las cajas de jubilaciones, a partir de una ecuación matemática obvia: quitan del sistema a un grupo de varios miles que aportan via monotributo (dada su condición de desempleados) y esas mismas personas pasan a cobrar su jubilación, sin que un grupo de nuevos aportantes los reemplacen en el pago mensual que alimenta el sistema de jubilaciones.
La funcionaria que maneja la caja política más grande del país, señaló que «hay personas que trabajaron toda su vida, que tienen sus 30 años de aportes y que, en los últimos años del gobierno anterior o incluso en la pandemia, perdieron su trabajo, no se pueden jubilar todavía y por su edad tienen una enorme dificultad para reincorporarse al mercado formal de trabajo».
Es impresionante. Se está estableciendo un nuevo flujo jubilatorio que generará un agujero previsional inconmensurable, todo para remarcar en campaña que los trabajos se perdieron en el gobierno anterior.
Y para los del gobierno anterior, en el anterior al de ellos hubo otros problemas, y así, sucesivamente, en la Argentina cualquiera puede -desde el Estado- tomar cualquier medida que descuajeringue algún aspecto de la vida nacional en nombre de que creer que se trata de una solución para tus votantes.
Y ya que estamos, seguimos saraseando: «se estudian los detalles para que sea una medida seria y para que podamos ofrecer, una vez más, una solución a un problema que tenemos las argentinas y argentinos».
María Minerva Blanes le responde por redses sociales: «Sí, flaca… vos podés rimbombar con tu «una vez más», porque nadie te niega que «una vez más» le están diciendo a los argentinos y las argentinas que les están trayendo una solución. Pero, no es cierto, Raverta. Es un dolor de huevo a futuro. Y a corto plazo. Ni siquiera están tirándole el fardo al próximo gobierno. Ya en 2022, la medida traerá el fantástico efecto de la licuación jubilatoria de los ya partícipes del «derrame», como efecto de la monumental suma de emisión que se agregará y su consecuencia inmediata en la escala inflacionaria».
No cabe ninguna duda que el gobierno se maneja con el criterio de agregarle una mancha al tigre y que nadie lo notará. Y no. Si nadie lo observa, no lo nota. Y a los gobiernos (éste, el anterior y los anteriores hasta Menem) se dedicaron a asegurarse de que la inmensa mayoría de la población argentina, nunca note cuando se hace algo que la perjudica, total se le puede decir alguna cosita linda que le haga creer lo contrario. Y después no vota.
La medida es un globo que explotará pronto. En realidad, es menos denso que un globo: se percibe como una pompa de jabón
URUGUAY
BRASIL
PARAGUAY
CHILE
COLOMBIA
PERU
BOLIVIA