Se recuerda hoy la traumática ley del Gobierno de Avellaneda del 20 de septiembre de 1880, registrada en el Obelisco de la Ciudad
Ya la Revolución de Mayo provocó la disparidad entre la capital y las provincias argentinas. los habitantes de Burenos Aires no quisieron admitir diputados del interior en la Primera Junta de Gobierno.
A partir de ese precedente, el camino de que va hasta el 20 de septiembre de 1880, cuando bajo la presidencia de Nicolás Avellaneda se produjo la federalización de la ciudad de Buenos Aires, las cosas dentro de la Argentina fueron pura división, pelea constante y tironeos por el Poder, que -al tratarse de una tierra tan rica- era inmenso.
El Poder Ejecutivo Nacional, puso bajo su jurisdicción el territorio del municipio de Buenos Aires. La provincia quedó con el mismo nombre y sus referentes más notables, pusieron el grito en el cielo, ya que ésta era la disyunción política que beneficiaba a todo el país menos a la gran estructura bonaerense.
Las relación entre las provincias federadas y Buenos Aires fue más complicada cuando se pretendió sancionar – en 1819 y 1826- una constitución unitaria.
Aún existe cierto en muchos intelectuales argentinos un espíritu unitarista. Incluso oriundos de provincias. El esquema de la Constitución Unitaria le daba poder al gobierno central de administrar todo el país, debilitando el poder de los gobernadores. Sólo el Pacto Federal de 1831, suscripto por las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, marcó la traba del avance institucional de la avanzada unitaria sobre la distribución administrativa de las Provincias Unidas del Río de la Plata (casi un calco del nombre de los Estados Unidos de América), en cuya transición hacia una Constitución definitiva adoptó la denominación de Confederación Argentina.
El aertículo 3 de la Constitución Nacional de 1853, designó a la ciudad de Buenos Aires como capital nacional: «Las autoridades que ejercen el gobierno federal residen en la ciudad de Buenos Aires, la cual es declarada capital de la Confederación mediante ley especial.»
Vinieron 23 años de desavenencias, incluida la separación de Buenos Aires del resto de la Confederación. El 20 de septiembre de 1880 no garantizó el beneplácito de nadie. Sólo una categorización oficial para una ciudad gigante.
URUGUAY
BRASIL
PARAGUAY
CHILE
COLOMBIA
PERU
BOLIVIA