No estamos hablando de «a una o a la otra». A ambas. Sí, a ambas. Argentinos a quienes les caen bien ambas mujeres fuertes de la política argentina en 2021. Gente que se divierte con la estupidez de otros que hace «la fácil»: amar a una y odiar a la otra. Incluso no es difícil encontrarse con quienes detestan a ambas. De hecho no estamos demasiado lejos de esa postura en este barrio. Pero hay que brindarle un reconocimiento a las personas que declaran su admiración por estas dos mujeres.
Tanto Analía C, psicóloga, como Javier B, artista digital y María Eugenia B, comerciante, son parte de la comunidad que cierra la grieta de verdad, pero de verdad. Los hemos consultado y los respetamos. Son tres rarezas surgidas de una encuenta cuyo resultado no tiene la más mínima importancia en este momento, ya que las opiniones de estos ciudadanos (estes ciudadanes, dirían en algún ámbito pavotón que frecuentamos) se muestran abiertamente proclives a expresar sendos beneplácitos a las contrincantes políticas de la Argentina.
Gente especial, sin dudas. Y se los/las vio inteligentes y preparados/as.
Vos, varón ¿te sentís preparado para -por ejemplo- tratarlas personalmente e invitarlas a cenar algo rico, mientras te esforzás para hacerles saber a ambas que son lo más y evitar, con muchísima caballerosidad, que se trencen en alguna discusión o pelea, distribuyéndoles halagos para hacer sentir bien a ambas?
Y vos, mujer ¿estás dispuesta a darle a cada una de estas señoras un espacio simultáneo de tu empatía como para producir un clima de camaradería femenina hasta alcanzar esa encantadora complicidad que suele encontrarse en un trío de amigotas?
Qué va…!
Sos argentine, no?
Seguro que estás en la de todos: o una o la otra. Aquí reconocemos que nos ubicamos en la más común de las posiciones especiales sobre estas tipas: detestamos a las dos por igual, tanto por sus personalidades como por las pelotudeces ideológicas de ambas, con muchas más cosas e común que lo que la gilada sospecha.
Queda como reflexión el título de la bellísima canción de los Beach Boys, con una oportuna versión en español de Pedro Aznar: Sólo Dios sabe.
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