Poco ha cambiado desde el pícaro autodeschave de Horacio Verbitzky. Sólo que ahora guardan silencio y no se vislumbra la confirmación de nombres propios. La lupa está activa, tanto en medios de comunicación de gran calibre, como entre los medios vecinales. Hay certeza del montaje de vacunatorios especiales para jerarcas de sindicatos, partidos políticos «de sello» (los «dueños» de un pedazo de la política), dirigentes de cámaras empresarias y miembros del Poder Judicial.
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