Si las chicas de la ya retirada banda británica Bangles, conocieran la historia de Roberto Sánchez, quiz´sa habrían aceptado que la canción que las hizo célebres pudiese ser un símbolo de la vida del mítico cantante argentino.
«Eternal Flame». Expresión inmejorable para describir tantos paisajes del primer artista latino en cantar en Madison Square Gargen de Nueva York: El recuerdo de su histórica Banda Los de Fuego, su bata roja, su canción Dame Fuego y -especialmente- la identificación que se le adjudicaba con su signo del zodíaco, Leo, emblema inequívoco del elemento fuego.
Es que si no fuera por la pandemia, el furor del revival Sandro estaría aún disparando su pirotecnia,como efecto de la seguidilla de la serie Sandro de América, las versiones de sus canciones por Cristian Castro y la reciente edición de material inédito, grabado en tiempos cuando el artista giraba alrededor del estilo rock.
Nada cambia en cuanto a la presencia de las fanáticas en la puerta de su casa en Banfield. Las «Nenas» son altamente fieles y cada año homenajean al ídolo frente al paredón de la vivienda, para celebrar su cumpleaños.
Y así será hoy. Como siempre. Esta vez, por los 76 que habría cumplido.
De su puño y letra se puede rescatar una figura de la realidad, tan caprichosa, según el escenario que la alberga: «Al final, la Vida sigue igual».
Foto: Hernán Churba – Revista Viva / Clarín
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