Ya van ríos de bytes expresados de diversos modos para dejar en claro que la comunicación militante o la militancia comunicacional no son periodismo.
Esta vez, parece ser que no hay tanto silencio como con el vacunatorio v.i.p.
La tibieza con la que se trata la noticia tardía de la celebración ilegal de un cumpleaños de Olivos del 14/07/2020 da algo asó como vergüenza destemplada. Algunos quedaron helados y otros dicen «no me voy a hacer el boludo», como el médico periodista Donato Spaccavento. Obvio, Donu! ¿Qué somos, si no?
Comunicar incluye el reconocimiento de la existencia del mensaje. La noticia que no nos gusta, no sólo no deja existir, sino que asumir que no nos gusta nos aleja del periodismo, muchachos.
Una conductora confesó haber consultado a los profesionales más destacados del medio para el que trabaja, qué era lo que debía hacer (decir al aire) respecto de la Festichola de Fabiola.
Ponerse camisetas manchadas mancha el resto de la ropa.
Ni qué hablar de cómo sacaron los pies del plato los medios con influencia como el que encabeza las ilustraciones. Como estamos en plena campaña, siempre eligen poner en tapa cualquier tema que le pegue a los contrarios. Pero el periodismo también hace grondonismo.
URUGUAY
BRASIL
PARAGUAY
CHILE
COLOMBIA
PERU
BOLIVIA