• Diario 5 -Buenos Aires, domingo 3 de noviembre de 2024

Raffaella Carra significó mucho más de lo que dice la estadística

PorCarlos Allo

Jul 7, 2021

Los años 70, plagados de post hippismo, peronismo del regreso, pos kennedismo, secuestros, violencia política, represión y protagonismo militar, no fueron sólo eso en la Argentina.

La mayoría de la población no reparaba en la diversidad cultural ni en nada que no fuera -precisamente- lo que los uniera socialmente. Y ese efecto sólo lo podía generar un único agente: La Televisión.

Los 70s fueron, claramente, el último tiempo de la TV abierta para todos y sin otras opciones. Ése y no otro es el motivo por el que miles de personas añoran una TV abierta de mayor calidad o -lo que es casi lo mismo- hayan comenzado, en aquel tiempo, a migrar al cable y otros servicios en los años subsiguientes.

Siempre hubo y habrá conductas mezcladas en la sociedad. Por supuesto que el setentismo no iba a ser la excepción: Julio Iglesias y rock sinfónico en casettes, booms simultáneos por Brasil y por la Patagonia, Teatro de Revistas y Centro Cultural Rojas. Todo eso para quienes estaban dispuestos a poner unos pesitos para satisfacer su espíritu según su gusto. Pero estaban, naturalmente, quienes no tenían ese dinero de más y quienes no estaban dispuestos a gastarlo en entretenimiento. Mejor dicho: en entretenimiento fuera de casa.

Las producciones de TV competían con sus contenidos para vivir, es decir, para facturar bien. Peleaban entre ellas por seducir a los otros protagonistas de la pantalla y que generaban las suculentas ganancias de los canales: escarpines que anunciaban vinos de mesa, carcajadas de salchichas, fumadoras hermosas, birreros cancheros, camionetas que vuelan y mil campañas que los que lo vivieron, recuerdan.

Podría decirse que no era necesario ése ni ningún contexto en particular, para que la aparición explosiva de Raffaella Carrá derivara en éxito. Y es verdad, El talento de la boloñesa más famosa -después de la salsa- garantizaba pasiones.

Pero ¿qué fue lo que generó Raffaella, para que tantos medios de comunicación destacaran que se trato de «la diva italiana que la Argentina amó»?

Qué momento tan emocionante el de nombrar a tantos familiares, amigos, familiares de amigos, tíos, cuñados de primos y tantos vecinos.

A todos, los vamos a resumir en tres: Don Giuseppe, el zapatero que dejó una familia de 130 descendientes en Villa Bosch, el mecánico Bruno, que ya llevaba 35 años en el taller de autopartes de Lomas del Mirador y Fiorella, la raviolista casera de la fábrica de pastas más concurrida de aquella Pompeya del Terraplén.

En aquel momento, aún estaban presentes en la Argentina miles y miles de italianos, oriundos de todos los rincones de la península, que la vieron «instalarse» en la misma tierra de ellos adoptaron. Los italianos ya arraigados en este lejano país de Sudamérica, sentían una gran alegría cada vez que grandes cantantes como Lucio Dalla, Doménico Modugno, Iva Zanicchi, Gigliola Cinquetti u Ornella Vanoni llegaban a la Argentina. Lo mismo sucedió con las presencias en nuestro país de Vittorio Gasman, Marcello Mastroianni o Gina Lollobrigida.

E tutti tornarono subito a Roma.

Raffaella era distinta: o se quedaba por mucho tiempo o dejaba esa sensación. Más, cuando en 1980 filmó en la Argentina una película con Jorge Martínez.

Napolitanos, calabreses, piamonteses, abruzzeses, genoveses y tantos paisanos de tantos pueblos la veían como una pariente que venía a visitarlos. Eso traccionaba el envión promocional de cada cuestión vinculada con la artista, con un efecto demoledor de popularidad. Quizás te podía gustar Raffaella, pero si tenías vecinos de familias italianas, era probable que escucharas frases como «Questa ragazza è spettacolare».

Luego existió un «silencio» de 16 años, hasta que vino a «La Noche del 10» con Diego Maradona como conductor, más el reportaje de Jorge Guinzurg que quedó para los anales de la TV.

Sí, fue amada por los argentinos. Y fue un amor que multiplicaron los italianos de la Argentina.

Inolvidables ellos.

Inolvidable ella.

 

 

 

 

Carlos Allo

Editor de Diario 5 y Ensamble 19. Productor integral de Radio Clasica.

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