• Diario 5 -Buenos Aires, viernes 4 de octubre de 2024

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«La pared se fue. Berlín es nuevamente Berlín»

Como parte de un plan de reforzamiento y de afianzamiento del poder económico de una minoría ultrapoderosa, dueña de los bancos más capitalizados y las corporaciones más rentables del planeta, se decidió concatenar una serie de medidas que terminaron por establecer una acción largamente esperada por los luchadores de la libertad y mezclar la situación y los significados del hecho llevando la totalidad del agua para su molino explotador: hacer caer el Muro de Berlín.

El símbolo de la división entre los supuestos sistemas de poder del mundo dejó de existir hace 28 años, como corolario de un plan urdido en el más rancio centro de poder de occidente para que, al ocurrir, dejara en el mundo la definitiva sensación de fracaso de todo intento de establecimiento de poder socialista y de control por parte del estado sobre la vida de las personas.

Sólo fue necesario comenzar a hacer correr el reloj en Berlín, para que dos años más tarde llegara a Moscú con la frutilla del postre,  la definitiva «demostración» de que la única libertad en la que hay que enrolarse es la del mercado y si no se está preparado para vivirla como el universo de la rueda del dinero lo plantea, longa, hermano… hay gente caritativa y te va ayudar a la salida de Misa.

 

muro_berlin_01Al Comunismo lo hicieron fracasar desde Stalin (asesino de ciudadanos de países innecesariamente anexados ala URSS, pésimo estadista pero sentado en un sillón en el que hasta yo tendría todo ese poder) hasta Reagan (asesino de ciudadanos de países innecesariamente aliados, pésimo estadista pero apoyado por una organización, económicamente tan poderosa, que hasta yo conseguiría esos votos).


muro_berlin_02 Claro que era necesario hacer caer el Muro! El problema fue de qué manera algunos decidieron erigirlo en 1961 y el plan para que al voltearlo se le haga ver al mundo que de ninguna manera puede existir un sistema de organización social, estado y gobierno que pueda ofrecer oportunidades a todos por igual, pero que si algo falla, pueda también existir una contención para miles y millones de seres humanos caídos del sistema por falta de dinero, de buenas tierras, de progreso sostenido, de una historia de nación con industria…

… y qué hay de la falta de inteligencia? A ver… pongamos que vivimos en un país en el que no somos tan inteligentes como en la mayoría de los países centrales (tema discutible hasta el fin de los tiempos cuando a alguien se le ocurre que esta hipótesis de la existencia de pueblos más inteligentes que otros existe de verdad)… ¿y? qué derechos le asisten a los más «inteligentes» si lo único que se ha visto desde siempre es que la «inteligencia» que detentan los unos es para someter y saquear a los otros. Basta con mirar hacia atrás en la historia para comprobar esto.

 

El igualitarismo, en todas sus teorías, es solidario. Los igualitarismos no pueden incluir a seres ambiciosos, es decir, que el casting para incorporar humanos a un sistema igualitario sería tan estricto, que apenas un selecto grupo podría ingresar. No obstante -sangrientas revoluciones de por medio- lo intentaron. Por eso alguien se encargó de que el comunismo fuera feroz, exagerado, tiránico e intrafronterizo. Se plantó con solemnidad para causar miedo, saturar y deglutir las esperanzas de desarrollo personal de los habitantes de cada una de las tierras que quedaban bajo la órbita socialista, sea en el país que fuere. El paso de los años hacía crecer el resentimiento contra el sistema, al calcular que ya no iban a acceder a la vida de buenaventura económica que ostentaban mostrándose en revistas, los más poderosos y ricos hijos de banqueros de los países comandantes del bello, justo y fascinante circuito en el que se desliza la vida con dinero en franca navegación libre.

muro_berlin_08La sola resistencia de Cuba dejaba en claro que lo ocurrido en el Bloque del Este y la división de Alemania en Alemanias no difiere demasiado del buen e interesante puñado de grandes conspiraciones argentinas contra gobiernos populares. Se suponía que la caída del Muro de Berlín y el consiguiente desmembramiento de la Unión Soviética debería llevar a la desarticulación inmediata del sistema gubernamental cubano, el que 25 y 23 años más tarde de ambos hitos, da un ejemplo que sólo deja al descubierto (con toda la carga de saña que implican 50 añitos de bloqueo económico) que el Todopoder de los Estados Unidos, envidia la felicidad con la que viven los más austeros y sencillos. Hay, sí,  más explicaciones pero al dialogar con ocho de cada diez personas e Miami y casi todo el Estado de La Florida, la teoría expuesta sobresale por palpable.

Mientras tanto, Alemania vive hoy el proceso final de «desculpabilización» social por los daños causados por sus ancestros en la Segunda Guerra Mundial, cuando -hasta cierto momento de 1943- parecía que se iba a hablar en Alemán hasta en la Antártida y, antes de la definición, se daba vuelta tortilla. Hoy los teutones ya no quieren saber nada con nada que los asocie con Hitler. Lo curioso es que tampoco quieren que se les recuerde que el Plan Marshall que, en cierta medida, los levantó económicamente, provino de los Estados Unidos, a quienes hoy, los alemanes le quieren demostrar que han vuelto a dominar viejos terrenos científicos, recuperar el liderazgo en tecnologías varias y que tienen un desarrollo que los reubica en la vanguardia económico-financiera de Europa.

El Muro de Berlín fue una pésima inversión a largo plazo. Su caída, una liberación, lamentablemente acompañada de un devastador negocio de altísima rentabilidad, por ahora sin plazos.

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